Las recompensas revisten gran trascendencia en los aspectos moral y orgánico, al constituir un estímulo permanente para la superación en el cumplimiento del deber y del servicio. Por ello, la Orden de los Caballeros de Nuestra Señora, Santa María de Buenos Aires, reconoce a través de la Medalla "Gratia Plena" a aquellas personas y organismos, que no perteneciendo a la misma, ayudan a su expansión y a la construcción de un mundo más fraterno y más humano. La medalla es la máxima distinción que concede la Ordo Boanerensis tiene forma circular, rayada en forma de cruz; con las siguientes características: de plata lleva en su frente la inscripción A.M. (Ave María)  en letras entrelazadas bordeadas de lirios, y en la parte posterior la inscripción "Orden de Bonaria, medalla Gratia Plena". Entre otras pesonalidades e instituciones, recibieron la Medalla Gratia Plena: La BASILICA SS. SILVESTRO E MARTINO AI MONTI (Roma); la  CHIESA DEI SANTI MARTINO E SEBASTIANO DEGLI SVI

  El estandarte de la Virgen de Buenos Aires de la Hermandad de Caballeros de Nuestra Señora, Santa María de Buenos Aires bajo la protección del glorioso San Martín de Tours, fue solemnemente bendecido el 18 de septiembre de 2011 por manos del Padre Rector de la Iglesia Catedral Metropolitana de la Ciudad de Buenos Aires Pbro. Alejandro Russo.

Puede parecer que la Caballería hoy es algo lejano, abstracto, de otros tiempos, pero el espíritu de la caballería, que no es otro que el de la defensa de los valores del Evangelio, la santificación personal, la defensa de los más débiles y la ayuda mutua, sin importar el origen, la condición o el pensamiento del otro, siguen teniendo absoluta vigencia. Bien es cierto que las instituciones se modifican con los años y la caballería, que es milenaria, ha evolucionado a lo largo de todos estos siglos y su carácter, un día militar y guerrero, ha cambiado las armas por otras formas de lucha y desempeñan muchas de estas Instituciones, loables actividades humanitarias y asistenciales. Ello no quiere decir que otras no sean meras maquinarias de producción de honores y distinciones para satisfacer egos y vanidades personales, o selectos clubes que, en lugar de poner en práctica los principios de amor fraterno de la Iglesia, se autoexcluyen del resto de la sociedad en selectos ghettos. El verdad

Nuestra Señora de Buenos Aires: esta advocación mariano-mercedaria tiene su origen en la ciudad de Cagliari (isla de Cerdeña), cuando en el año 1370 arribo a sus playas, llevada por las aguas, una caja conteniendo una hermosa imagen de Nuestra Señora con el Niño Jesús en un brazo y en el otro llevando una candela o cirio. Desde entonces fue venerada con el título de Bonaria, Buen Ayre o Buenos Aires, constituyéndose en protectora de navegantes y marineros. De Cerdeña, posesión de la corona de Aragón en aquel entonces (hoy Italia), paso a España llevada por los marineros y navegantes, por los cautivos redimidos por los mercedarios y por las autoridades civiles y eclesiásticas que procedían de la península. Fue así como en Sevilla tuvo su mayor arraigo dicha devoción en la Cofradía de mareantes españoles que, desde su vecino puerto, se hacían a la mar desconocida en frágiles naves con rumbo al nuevo mundo. Así llego a nuestras playas con la expedición de don Pedro de Mendoza, al fundar e